Luego de que todos los chicos que estaban con el en aquel lugar recibiendo las lecciones del maestro Luter, ambos habían quedado completamente solos en aquel lugar pero aun así tenía que quedarse y escuchar lo que sea que quisiera decirle esta persona. No estaba totalmente incómodo con la idea de hablar con su maestro pero la verdad es que no era del todo una persona confiada hablar con personas desconocidas, podría decirse que era muy tímido. —¿Qué te ha parecido la enseñanzas de hoy? Espero que te sientas tan cómodo como en el palacio del Rey Beltrán. La verdad es que no era para nada comparable la manera de enseñar o tan solo todo lo que Arthur había aprendido hoy, ya que sus antiguos maestros no eran ni de cerca tan amigables como el señor Luter y simplemente no estaban a la par con las cosas de las que este hablaba. —Está equivocado maestro Luter, la verdad es que me es mucho más interesante todo lo aprendido hoy aquí a todo lo que esos maes
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