—Dios, cálmate, idiota — murmuro para mí misma, examinándome críticamente en el espejo, llevaba puesto un pantalón negro ceñido, blusa sencilla y tacones altos, que por suerte puedo andar firme y bien.Luego, mi atuendo se completa con algo de maquillaje, mi cabello largo y castaño suelto, no quiero parecer tan superficial el primer día de trabajo, de ahí la molestia de pasar una hora en el baño cuando podría haber dormido, pero bueno, es un trabajo bien pagado.Podría haber seguido trabajando como camarera, pero ¿es eso lo que quiero hacer toda mi vida? Por supuesto que no, especialmente cuando por fin he completado con éxito mis estudios, finalmente conseguí un trabajo en el que puedo demostrar mis habilidades.Con el corazón latiéndome a mil por hora, galopando como un caballo salvaje, miro frente a mí el tan alto e imponen
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