Vadim Ivanov Termino de servir la mesa para cuando Abi baje, se encuentre con la sorpresa del desayuno ya listo y servido para los dos, miro como ha quedado todo y suspiro algo agotado por el trabajo, no acostumbro a ser quien cocine y, por lo tanto, es lógico que termine muy cansado, más cuando he exagerado con el desayuno, he preparado comida como para unas diez personas cuando en realidad somos dos. Quito mi delantal y lo dejo a un lado, camino hasta la sala de estar, donde grito el nombre de Abigail para que baje a desayunar, le había prohibido acercarse a la cocina mientras preparaba todo. —¡Ya era hora, mi estómago rugía! — baja las escaleras, cuando está a un escalón, salta y yo la sujeto — ¿Qué tal quedó todo? — me pregunta antes de darme un beso. —Mmm, ve, observa y prueba tu misma, todo lo que hice fue con motivación, con el corazón y el alma. —Wow, eso es muy interesante, señor, ¿Me lleva a mirar? — camino con ella encima de mí. —Cierra los ojos, ya vamos llegando al c
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