ANDREA.- Aspiro el exquisito aroma del mar, cierro mis ojos y disfruto del sonido de las olas rompiendo en la orilla, hace una semana que estoy aquí, todo es tan apacible, cuando decidí venir de vacaciones escogí esta isla es muy paradisiaca, rente un apartamento privado en un pequeño hotel cerca de la playa, con spa, piscina y deliciosa comida de mar. Me sentido tranquila, aunque no he descansado como quisiera, cada vez que voy a dormir tengo pesadillas por lo que ocurrió en mi apartamento, he despertado con el corazón a millón y mirando a todos lados, he tenido que dormir con las luces encendidas cuando he podido, pero trato de meterme en la mente que él no aparecerá aquí, nadie sabe que estoy aquí y es lo único que me tranquiliza, desde que llegue no he hablado con nadie, mi celular lo deje en la maleta apagado. Necesitaba este tiempo para mí, aunque fue arruinado por ese ser despreciable que quiso abusar de mí. Más allá de ese horrible in
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