MIGUEL ÁNGEL.-

La cena con Valentina estuvo realmente bien, comida china y mucho alcohol, ambos nos embriagamos y terminamos acostándonos, no soy como los demás cuando bebo, me acuerdo de todo, y la noche con Valentina la tengo muy grabada en mi mente, que mujer, que cuerpo, me sentía relajado, el sexo fue muy bueno, giro mi cabeza y veo que está lloviendo muy fuerte y observo a la exuberante morena acostada desnuda a mi lado, acaricio su espalda y abre los ojos.

- Hola guapo –me sonríe y se coloca la mano en la cabeza- ¡Mi cabeza! -Dice con dolor- ¡Que noche! –suelta un carcajada y sonrío-

- ¡Así es! Fue una gran noche, Valentina no quiero arruinar esto pero, no quiero que mal interpretes lo que paso

- ¡Tranquilo Miguel Ángel! Por ahora me conformo, con que nos divirtamos un poco, a decir verdad me alegra no haberme equivocado –pasa un dedo sobre mi pecho-

- ¿A qué te refieres?

- Desde que te conocí siempre pensé que sería muy bueno en la cama y que tu novia era muy afortunada al te