¡Glu, glu, glu, glup!...Halia voltea a ver hacia abajo encontrándose con una gran masa de cabellos negros, una mano delgada casi cadavérica le sujeta el tobillo con fuerza, patalea con todas sus fuerzas, sin embargo, no logra zafarse.En ese mismo momento la invade la impotencia, el horror, la falta de oxígeno le cobra la factura y a punto de sucumbir, sientes un fuerte brazo que la toma por la cintura ayudándola a subir a la superficie.Halia es arrebatada de su agresor, pero la lucha de fuerzas provoca un dolor insoportable en su tobillo, cierra sus ojos ante el dolor mientras es llevada hacia la superficie. Cuando los abre no ve por ningún lado al culpable de su lesión. Una vez en la superficie, toma una gran bocanada de aire que se combina con el agua dentro de su esófago.¡Cof, Cof!El corazón de Halia late con fuerza, produciendo un zumbido en sus oídos, siente un fuerte mareo, el sabor amargo y metálico en su boca. Dentro de ella se gestan un sin números de emociones, a tal pu
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