¡Toc-Toc! El Diablo abre la puerta, posando sus oscuros ojos en un hombre alto de mediana edad, con gafas de montura café, una leve Barba, con un leve abdomen que le sobre sale, debajo de sus ojos pequeñas bolsas evidencia de largas horas de trabajo, utiliza una bata blanca hasta las caderas, en su mano un maletín médico color vino. - ¡Buenas Noches, Señor! ¿Usted debe ser el Diablo? Me indicaron que requieren mis servicios. - ¡Pase! Ella lo necesita- Le abre paso, señalando a Karen que estaba hecha un ovillo en la cama. El hombre entra en la habitación y coloca sus cosas en la mesa de noche. Mientras el diablo cierra la puerta y se va al bar a servirse un trago. - ¡Buenas noches, Señorita! Mi nombre es Samuel Muñoz soy médico- cirujano, ¿Me permite examinarla? 
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