El imponente Ceo Cristóbal Altamirano sería padre como tanto lo desearon sus fallecidos padres, si tan solo hubiesen vivido un poco más, ellos también habrían gozado la dicha de la espera del primogénito tan esperado Camill gracias a los medicamentos ya no tuvo vomitos y la comida por fin se había quedado en su estómago, era como si le hubieran dado un estate quieto a ese pequeño bribón Bueno, señora Altamirano, a respondido favorablemente al tratamiento, por lo pronto le daremos el alta, puede irse a descansar! a su casa, el doctor reforzó la palabra descansar en la oración, más todavía no terminaba, una vez que esté tramitada su alta y lista para salir, por favor pasen a mi consultorio para darles indicaciones de los cuidados que deberá llevar la madre! Se escuchaba tan irreal, tan lejano y tan jodidamente bien escuchar como le llamaban madre pensaba Camill, ella estaba tan contenta, Cristóbal podía ver lo feliz que su esposa estaba, su mirada radiante se l
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