Después de la visita del Rey, Danika fue sacada finalmente de su celda. Volvió a ver lugares que no eran su fría y vacía jaula, haciéndola sentirse mejor. Pero su corazón latía aún más rápido cada vez que recordaba la razón por la que la sacaron de su celda por primera vez en una semana. La pusieron en un baño y las sirvientas la bañaron, tal como el Rey exigió. Es curioso que las sirvientas bañen a una esclava. Pero, de nuevo, no es de sorpresa que la esclava sea llevada a la cama del Rey. Ella estaba bañada. Tres doncellas la atendieron. Una de ellas, la mayor llamada Baski, era la que estaba a cargo. Le soltaron el cabello y le peinaron los enredos, dejando después el cabello en un desorden largo y rizado. La ropa que le hicieron ponerse, hizo que Danika se avergonzara. Apenas era una ropa, bien podría estar desnuda. Una falda de cuero rojo que apenas salía de sus labios y una camiseta de cuero rojo que solo cubría sus pezones, deteniéndose justo por encima de su vien
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