Lo que Nathan había comprado no era una "merienda", sino un manjar.Sobre la mesa yacían dos enormes cajas blancas. Una con croissants dulces, rolls de manzanas, panes de queso, donas rellenas y otras delicias panificadas. El olor a recién sacado del horno me hacía tragar saliva. Y la otra contenía una variedad exquisita de porciones de tortas. Había de: oreo, nutella, matcha, pistacho, frutos rojos, maracuyá y lemon pie.Un segundo, he visto estos postres....-¿Dónde los has comprado?-volví a tragar salida sin despegar mis ojos de los dulces.-En Bakery.-contestó mi visita.-Es mi panadería favorita. Amo todo de ese lugar.-dije con emoci&oacu
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