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43 chapters
Dar ese paso...
—Me iré, voy a juntarme con el abogado —dice Alex despidiéndose de mí, coloca una mano en mi cintura y me acerca hacia él para besarme. Yo acepto gustosa, paso mis manos detrás de su cuello y lo acaricio—. Me encanta que hagas eso —dice, yo sonrío y me separo de él.—Lo sé, y a mí me encanta hacerlo también —digo, Alex vuelve a darme un beso.—Quiero que vayas a la empresa, estás a cargo —dice, yo lo miro sorprendida.—¿Quieres que vaya a tu empresa? —pregunto, él asiente.—Bueno, me gusta pensar que es nuestra ahora que somos un equipo —dice, yo niego.—No, bueno, si somos un equipo pero esa es tu empresa, lo entiendo —digo, él me mira.—Estaba pensando que ahora que tendré ambas empresas, no las quiero fusionar, y podrías quedarte en la m&aa
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Oficialmente reinando el infierno
Resulta que el policía vivía solo, no tenía familia, sus padres habían muerto hace como cinco años, vivía en una casa a las afueras de la ciudad, una casa grande para él solo. Era perfecto, no habría audiencia, y solo tendríamos que encargarnos de él.Ahora mismo Alex y yo nos estábamos preparando para ir, hace dos días que nos habían avisado, ayer habíamos estado creando un plan perfecto, habíamos decidido que no solo le haríamos la visita, lo eliminaríamos del mapa, y de paso dejaríamos un mensaje para los siguientes detectives.Por la tarde habíamos ido en su auto a recorrer las calles de la casa, era una casa grande y bonita, y de paso miramos algunas casas para tener una idea de lo que queríamos para nosotros.No podía negar que la idea se me hacía emocionante.—¿Estás preparada?
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Epílogo
—Buenos días jefa, le traigo todos los papeles de la nueva embarcación —dice Claudia, mi asistente. Yo asiento, ella los deja sobre mi escritorio y abro la carpeta para comenzar a revisarlos.Esta embarcación era muy importante, yo me había encargado de organizarla, había pensado todo de forma minuciosa.Llegaría mañana en la noche, con el cargamento de cocaína más grande que habíamos solicitado. Todos los socios estaban encantados con nosotros, cada vez generábamos más dinero. Eramos los putos dioses del mercado.—Puedes retirarte —digo, ella asiente y sale de mi oficina.Yo ocupaba la oficina en la empresa que era de Alex, pero tal como me había dicho, ahora yo estaba a cargo de ella, y le había hecho ciertas modificaciones, realmente los negocios que ella dirigía no eran lo mío, así que todo ello se
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