Entonces, Joseph carraspeó con frialdad y miró a Luna, sus ojos llenos de condescendencia. “Luna, ¿quién diablos te crees que eres? Solo eres alguien que sueña con ser mi hija, eres una p*rra que roba maridos..."."¡Joseph Gibson!". Luna apretó los dientes. Apretó los puños con tanta fuerza que emitieron crujidos. "¿Tú crees que solo porque el incidente de plagio haya terminado, estarías a salvo? No existe tal cosa".Luna levantó la cabeza. Su mirada era fría, sin una pizca de emociones. "No lo olvides, todavía sé un secreto tuyo".Joseph frunció el ceño y la miró. Se burló: "¿Qué más podrías hacerme?"."Señor Gibson, no creo que me conozcas lo suficientemente bien". Luna se rio entre dientes. Acercó una silla de un lado y tomó asiento.Luna cruzó las piernas con gracia. Su voz era suave. “Mi mayor fortaleza no está en el diseño de joyas, sino en mi buena memoria. Todavía recuerdo muchas cosas del pasado."Por ejemplo, hace veinte años, había un orfanato en la zona este de Ciudad
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