CAPÍTULO 14. ¿EL GRAN CORNUDO DEL PARAÍSO?
Marcia fue despertando poco a poco, sintió unas piernas pesadas encima de las suyas, impidiéndole moverse, a medida que fue abriendo los ojos, también se dio cuenta de una mano posando en su pecho, y de su completa desnudez, se giró y vio a José Luis, cubierto solo con un bóxer, el resto de su cuerpo estaba desnudo, musculoso, su abdomen profundamente marcado, no pudo evitar el rubor cubrir sus mejillas, iba a apartarse y él la atrapó, y dejándola bajo su cuerpo.—¿Te gusta lo que ves? —le preguntó con voz ronca y ella apartó la mirada, sintiendo su piel arder, además de una mezcla de indignación y excitación, ante su contacto y su roce.José Luis siempre tenía ese efecto en ella, con solo un toque, su cuerpo se incendiaba como un cerillo puesto ante el contacto de una sustancia inflamable.—Por favor, señor Salvatierra,
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