CAPÍTULO LXXXIII. LA CASA DE CABEZA.
~Rafael~ Los Plebs no sólo eran una plaga que se multiplicaba a la velocidad de la luz, sino que además si no conseguían energía espectral para alimentarme empezaban a nutrirse de cualquier elemento material que estuviese presente. En inicio, tuvo que esconder en la biblioteca las cosas que consideraba más preciosas, como la colección de recuerdos de las vidas pasadas de Luna y sellarlas con su poder para que los Plebs no pudieran acceder y devorarse algo de eso. Pero surtió el efecto contrario cuando la multitud de molestos bichos se vieron atraídos por los residuos de su poder espectral esparcidos por la puerta y la habitación. Casi entra en pánico cuando eso ocurrió, por lo que tuvo que acceder a un portal espectral dedicado espe
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