Ya eran las ocho y media de la noche, cuando llegaron a la casa, Antonio como todo un galante, bajo del carro, le abrió la puerta, le tendió la mano y le dijo:-Ya esta usted en su casa señorita Nancy. Fue un placer para nosotros disfrutar de su compañía.-Gracias a usted señor Antonio, Fatima y Maria, pase una tarde muy agradable, muy agradecida de verdad.-Que pasen feliz noche, nos vemos mañana, exclamo Antonio.Todos en la puerta de la casa, viendo a Nancy despedirse del grupo, Marie salio de inmediato y le entrego a Antonio el dinero que les había prestado esa tarde y una tarjeta de invitación para la fiesta de Nancy, y en susurro le dijo, ella no sabe nada es una sorpresa.-Que tengan una feliz noche, seguro nos vemos mañana.Ya Antonio había partido cuando todos se abalanzaron hacia Nancy, todos hablaban al mismo tiempo que no se entend&iacu
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