Un mes había pasado desde el momento en que un anillo de compromiso se fijó en el dedo anular de Nadia. Decir que los días fueron buenos, y que ella no cabía de la felicidad, hacía parecer al palacio una nimiedad en comparación de cómo se sentía.La comunidad y la familia de Abdel, definitivamente se retiraron a las tierras Ankarianas con el único acuerdo de pasar los límites de Angkor si se encontraban en peligro.El rey había pactado unas tierras en acuerdo de palabra para ellos y sin que ninguna otra nación lo supiera, era claro para todos que solo podían hacerse las cosas de esta manera, así que Abdel y su familia, junto con la pequeña comunidad que quedaba, les dijeron adiós, y dejaron sus enormes agradecimientos por la ayuda recibida.La reina guardó la carta significativa que escribió en el cuarto de documentos import
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