Corría sin saber adonde ir, lo único que podía escuchar era nuestras pisadas en el pavimento, ¿Cómo había pasado todo ésto?, ¿Cómo es que nunca había sospechado de él?, ¿Cómo fue posible que nos traicionará?, ¿Realmente era tan incrédulo?. Mis lágrimas aún no dejaban de salir por lo que había pasado, tan cerca pero a la vez tan lejos de poder salvarlos, mi mente estaba llena de preguntas a las cuales no tenía las bases necesarias para responderlas. Aún no podía dejar de pensar en lo que paso, en especial con Zion, «Oh vamos!, ¿Acaso eres un maldito robot o algo así?, ¿Cómo es posible que no tengas frío», «Maldita sea Ethan!, Pon atención en ésto!». Las palabras de mi mejor amigo y de las personas que en su momento consideré mi familia, llegaron a mi mente, ahora lo único que podía hacer era correr, mi agarré se aferró más a la muñeca de Jack, no quería que ella también quedará como los demás, muertos. Me detuve un momento para recuperar algo de aire, solté su mano y recordé esa pregunt
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