Pero a mí que me importa los gritos y hasta lo que suceda aquí, ¡lo único que quiero es dormir! Sí, quiero dormir para recordar todo lo que mi sabroso me estaba haciendo.—No veo que sea necesario que nosotras estemos presentes —gruño para luego irme hacia la cama y me envuelvo con el edredón—, ve tú, déjame a mí, entre un rato nos vamos, no cree que eso le moleste a Elliott.—No, tienes que venir conmigo, entiende que está pasando algo grave y tú y yo tenemos que averiguarlo —me quejo al escucharla, sino me levanto ella es capaz de gritar, pegarme o hasta jalarme de los pies.—Está bien, pero espera que primero tengo que ir al tocador —hago a un lado el edredón y me levanto de la cama y sin arreglar mi cabello me pongo las pantuflas. Camino hacia el tocador para lavarme la cara y así poder despertarme por completo.
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