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Todos los capítulos de Entre Birras y Chelas : Capítulo 121 - Capítulo 125
125 chapters
121. Mudanza
[DIEGO] Hay cajas por todos lados del piso que empiezan a sobrepasar los espacios disponibles para caminar evitando que podamos movernos con facilidad para continuar empacando más. Afortunadamente el cuarto de Emma ya es sólo un cuarto más en la casa y podemos ir guardando todo ahí para liberar espacio. Según Valle y yo no teníamos mucho que empacar y ahora que lo estamos haciendo nos hemos sorprendido ¿cómo metes en cajas casi 6 meses de recuerdos? Y ¿Quién pensaría que era tan difícil empacar una cocina? Por suerte Valle se encarga de eso, mientras yo me peleo con Benito Bodoque no que no deja de meterse en las cajas y jugar en ellas. — Venga Beni— le digo con cariño mientras me agacho y lo vuelvo a sacar de la caja — no estarás tan feliz cuando pases 9 hrs en una transportadora ¿o sí?— el gato maúlla y yo lo acaricio. Es increíble como puedes querer tanto a un animal y llevarte tan bien con él. Lo sacó con cuidado de ella y lo pongo sobre el piso. Dos minutos después se enc
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122. Despedidas familiares
[DIEGO]Vistiendo un saco azul, camisa blanca y pantalones beige, me encuentro esperando a Valle en la cocina. Desde el cambio de imagen que le hizo Lando ahora tarda años en arreglarse, así que de pronto me he convertido en el típico esposo que repite su nombre una y otra vez obligándola a que se apure, aunque en realidad confieso que siempre vale la pena esperar. — Corazón— vuelvo a decir en voz alta mientras reviso la lista de pendientes y escucho tomar agua a beni. Ella no me contesta, supongo que se ha cansado de gritar ¡Ya voy! -—Valle, mi amor, que no se te olvide recoger la ropa de la lavandería— le digo en voz alta mientras lo agrego a la lista. — ¿Qué te parece "impaciencias"? — escucho su voz y me río yo solo. Volteo. De repente la veo en frente de mí vistiendo un saco amarillo, pantalones del mismo color y una blusa de encaje negro que le combina a la perfección. Su cabello negro está amarrado sencillamente con un pequeño rodete y el dije de perla cuelga de su cuello ¿
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123. Últimas horas juntos
En verdad no entiendo cómo es que Diego ha logrado reducir toda su ropa a 2 maletas, pero necesito su secreto para cuando yo deba viajar para allá, porque no sé si podré hacer lo mismo, aún cuando doné parte de mi ropa y le regalé otra a mis sobrinas y cuñadas.Ambos saltamos las cajas del piso mientras revisamos que nada se quedé sin empacar, hoy debemos dejar el piso, así que yo me iré a casa de mis padres mientras veo los últimos arreglos de Casa Sandoval y espero el permiso de Benito Bodoque para poder llevármelo a Argentina. Diego se comporta raro y se mueve un poco más lento de lo normal, hace pausas bastante largas y entre que revisa el móvil y se queda viendo a la nada, el tiempo está pasando y debo llevarlo al aeropuerto dentro de poco. — Topi — le digo desde el marco de la puerta de nuestra habitación. Él se encuentra sentado en la orilla de la cama, listo para viajar a España —¿Todo bien?Me acerco a él y me siento a su lado. De pronto lo siento un poco angustiado y pre
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124. Los seis meses mas intensos
[VALLE] De camino al aeropuerto ambos vamos callados, se siente como una despedida aunque en verdad no es así. Dentro de unos días yo me uniré a él y volveremos a estar juntos como ahora, sólo que ahora en su país, con su gente, con su familia y sus negocios. Al llegar, entramos a un restaurante y pedimos de desayunar, como siempre él pide de todo y yo sólo me río cuando me dice que a veces no puede comer bien en el avión. Mientras desayunamos, Diego me muestra su "Agenda anti-valle" así le he puesto yo porque los espacios que tiene para pasar tiempo conmigo son bastante reducidos. Sin embargo, le he prometido que me adaptaré a sus horarios y que trataré de estar presente en cada cosa que deba hacer, aunque eso me lleve a convivir con Sam, y él promete dormir a mi lado cada noche que pueda o en su caso mandar por mí para hacerlo. Ahora si me agrada ese pretexto de que no puede dormir si no estoy a su lado. — Antes de subir al avión me envías un mensaje, ¿vale? Necesito saber que
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125. Meses después
CAPÍTULO FINAL(Mendoza – Finales de noviembre) [DIEGO]Me preparo para subir al escenario mientras que escucho el silencio de la gente esperando por mi discurso después de que uno de nuestros vinos ganará el mundial. De repente, el silencio se transforma en aplausos mientras me entregan el premio. El sonido retumba en las paredes pero en lugar de morir de emoción como debería hacerlo después de tanto esfuerzo, hay una angustia que me invade por completo y que no sé como arrancarla de mi pecho. Recibo el premio, doy un mensaje de agradecimiento y aliento a los colegas del rubro, y de inmediato me bajo de este lugar.Prácticamente huyó hacia el camerino donde me dejaron estar antes, y cierro la puerta detrás de mí. Me paro frente al espejo y vuelvo a ver mi rostro, mis ojeras son evidentes, he pasado muchas lunas en vela, buscando su cuerpo y su aroma a lavanda. Mi trabajo no ha sufrido ningún daño, ganamos el mundial con nuestro último vino, debería estar feliz, la he librado ¡Die
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