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Te apoyaré en todo
El padre de Belén, el señor Arthur Pindu, por fin había terminado de llenar los papeles, para que el joven Harrison se pudiera quedar en su casa, la familia de Belén, quería proteger a Harrison, aquel joven no merecía nada de lo que le había pasado con anterioridad, al señor Pindu le seguía dando vueltas en la cabeza una pregunta, si ella lo tenía ahí en el suelo ¿Por qué no lo mato?, Tal vez, ella pensó que ya lo había matado y por eso se fue de inmediatamente, muchas cosas en estos momentos no tenían explicación alguna, pero sabía que pronto las tendrían, por el momento, querían enfocar se en el bienestar de aquel joven, que podría correr un gran peligro, el señor Arthur, la señora Graciela y Belén, sentían un gran cariño por Harrison.El señor Pindu y Belén, habían decidido
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Nueva familia
Era obvio que al señor Pindu le divertía cada vez que decía algo, ya que eso hacía que su hija se sonrojara mucho.— Oh cierto, que despistada soy — dijo la chica mientras muy disimuladamente, volteaba a ver a otro lado.Era obvio que aquella chica seguía estando muy sonrojada.— Bueno en realidad a lo que venía era que ya  hablé con el doctor, y me dijo que Harrison por fin será dado de alta hoy, ya que todo en los nuevos estudios que se le realizaron, resultaron demasiado bien — dijo con tanta emoción el señor Pindu.Esto a todos les alegraba demasiado, Belén voltio a ver de repente a su padre y Harrison solo miraba con tanto asombró, ambos jóvenes emocionados por la gran y grata noticia que les acababa de dar el señor Pindu.— ¿En serio?— preguntaron ambos chicos, para luego ver se de inmediato y dar se un gran abrazo.Luego de un rato, se quedaron viendo, se habían dado cuenta del abrazo que se estaban dando y de inmedia
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Familia feliz
Aquella nueva familia, había salido del hospital, todos estaban muy felices, inmediatamente se subieron al carro. — Que maravilla Harrison, me alegra que estés demasiado bien — dijo el señor Pindu, mientras observaba a Harrison por el espejo retrovisor, para luego regresar su mirada al camino. — Gracias señor Pindu y muchas gracias por querer estar a cargo de mi — dijo Harrsion con una gran sonrisa.— En serio, estamos tan emocionados de que estés con nosotros — dijo la pequeña Belén con demasiada emoción.El camino no fue muy largo.Después de un rato, de estar en el carro y derramar tanta felicidad, por fin, la familia había llegado a su casa.Belén, Harrison y el señor Arthur, se bajaron del carro. La señora Graciela, todavía estaba terminando de arreglar tod
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Asustada
— No nos rechaces por favor, se que eres merecedor de esto, es un pequeño regalo que te damos, ahora eres de nuestra familia, eres un gran chico — dijo la madre de Belén, mientras lo miraba con mi mucha ternura. A Harrison le sorprendía y le daba mucha alegría, que por primera vez en su vida, alguien le estaba demostrando cariño, lo trataban como él se merecía y no lo menospreciando y hacían menos, lo hacían sentir tan especial.— Prometo pagarles todo, es mucho lo que han hecho por mi, pero se los iré devolviendo poco a poco — dijo de inmediato Harrison.— No te estamos contando por nada de lo que te damos, no tienes que pagarnos absolutamente nada, solo con que seas feliz, somos más que pagados, te queremos mucho — dijo el señor Arthur con una gran sonrisa.— Muchas gracias— dijo Harrison demasiado
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Peligro
— Mami, se nos hace tarde, tenemos que darnos prisa— dijo Belén mientras miraba el reloj que estaba en la pared.De inmediato se paró, le dió un beso a la señora Graciela y se detuvo a esperar a Harrison en la puerta.— La ayudaré a lavar cuando regrese, muchas gracias señora Graciela — dijo Harrison mientras se paraba.— Se te olvida algo — dijo la señora Graciela mientras se cruzaba de brazos y alzaba una ceja.Harrison se paró de repente, pensó que se le había olvidado una libreta, así que empezó a revisar todo, mochila, bolsillos, todo.— Señora Graciela, llevo todo, no se que se me olvida — dijo Harrison, mientras estaba confundido, pero la veía con una gran sonrisa y rascándose la cabeza.— Darme un beso ¿Que más? — dijo la señora Graciela muy rápidamente, mientras le regalaba una cálida sonrisa.— Oh, se me había olvidado, perdón— dijo con una pequeña risa, mientras se acercaba a darle un cálido beso y de repente la abrazo — gracias p
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Arriesgándose
— Por cierto ¿Cómo les diremos a tus padres?, Tal vez esto haga que se enojen con los dos, y ¿Que tal si se enojan más conmigo?, Apenas llegué y ya cause problemas, no te cuide lo suficiente y no pude hacer una cosa, protegerte, yo quiero protegerte— dijo Harrison preocupado y cabizbajo.El no quería que se enojaran con él por no cuidarla bien y lo abandonaran y mucho menos quería que regañaran a Belén, ella no tenía la culpa de haberse resbalado, Harrison, estaba demasiado preocupado por ambos, por lo que les podrían decir...— No te preocupes, Harrison, tu no tuviste la culpa, gravatelo bien en la cabeza, además, todo estará bien, mis padres no se enojaran, yo hablaré con ellos — dijo Belén mientras lo veía con ternura, para luego darle un beso en la mejilla.Belén de nuevo agarro aquella mano cálida de Harrison y se dirigieron de nuevo a casa.Ambos, se veían demasiado tiernos juntos.
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Bondad
Harrison no podía dormir, ya que estaba pensando en todo lo que había sucedido aquel día, se lamentaba demasiado no poder haber salvado a Belén, él pensaba que eso era su culpa y se seguía reprochando, ya que  había prometido protegerla. — ¿Esa era tu manera de proteger a tu nueva hermana?, No sirves para nada — decía mientras se miraba a un espejo, todavía no lo podía superar, le dolía no hacer sido de ayuda, si aquel chico no hubiera estado, no se imaginaba que podría haber pasado. Realmente aquel chico se sentía muy inútil y pensaba que su madre tenía razón con todo lo malo que decía, pero sin importarle nada, él intentaría mejorar en cada cosa que hiciera, para poder protegerla como era debido, pero  lo que el no sabía, era que Belén no quería ser protegida,
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Sueños
Después de un muy largo tiempo de estar caminando, por fin habían llegado a la escuela, todos los miraban muy extrañados, ya que aquellos jóvenes, como siempre, iban caminando agarrados de las manos, pero a Harrison y a Belén no les importaban las miradas encima de ellos.Muy pronto Harrison acompaño a Belén a su salón. Los dos se soltaron de las manos. — Belén, presta atención y no cometas ninguna tontería, te estaré vigilando ¿Entendido? — dijo Harrison con una gran sonrisa, para luego darle un beso en la mejilla, Belén solo pudo asentir ante tal acto.Belén se sonrojo un poco, así que se tapó el rostro. El salón de Belén, veía lo que estaba pasando afuera de su salón por una ventana, cuando Belén abrió la puerta de aquel salón,
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Te ayudaré a encontrarlos
Antes de poder seguir con la gran plática que estaban teniendo en esos precisos momentos, Belén decidió mándar le mensaje a su madre para que no se preocupara.  "Estamos bien, solo quise caminar un poco con Harrison" envío Belén para luego guardar de nuevo su celular. — Está casa, la construí con mis antiguos mejores amigos, antes de que ellos se fueran, muchos años antes, me trae tantos bellos recuerdos— dijo Belén con mucha nostalgia mientras caminaba por toda la casa, para luego sentarse, Harrison también se sentó a su lado. — Oh vaya, eso es muy hermoso— dijo Harrison mientras veía a todos lados. Parecía que a Harrison le llamaba demasiado la atención aquella casa del árbol, estaba muy bien hecha y la madera que se había utilizado en ella, era una mad
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Cita
— Belén — dijo Harrison en un pequeño susurro mientras veía al piso de aquella casa del árbol.— ¿Si?— preguntó Belén de repente con total curiosidad, mientras lo miraba con mucha atención.— Eres una chica incrible, espero lo sepas — soltó aquel joven, sin pensar en lo que había dicho, mientras la miraba con total atención, Belén de repente miro hacia otro lado, aquella chica estaba muy sonrojada por lo que aquel chico le acababa de decir.— No, perdón es que si lo eres, pero Agh, no se que digo — dijo Harrison muy nervioso, mientras intentaba justificarse, justificación que para nada le salió bien.— No te preocupes todo está bien, te quiero mucho — dijo Belén de nuevo mientras lo miraba, para luego darle un cálido abrazo.Aquellos chicos cada vez eran más
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