Dióstenes trabajó allí durante mucho tiempo para conocer la mala reputación del chico. Estaba consciente de sus prácticas vergonzosas y de la protección que los jefes le daban al alborotador, en cuanto mama inició los detalles de lo sucedido, entendió sin necesitar más detalles sobre la gravedad de la situación, su hija era una víctima más de los desafortunados. — Dios mío, ¿cómo le pasó tal desgracia a mi chica, mama? — Lo siento amiga, pero la verdad es que pasó y está embarazada de cuatro semanas. Está raída, pálida, más delgada ... ¿No te diste cuenta de que le pasaba algo a la chica, Juan? — Para ser honesto, no soy de los que observan y prestan mucha atención a estos detalles. — Bien sepan que esto es un terrible error, nuestras hijas deben ser monitoreadas diariamente para evitar este tipo de sorpresas — Ahora entiendo por qué no quería pasar el día libre en casa este mes. No insistía en estar con su familia, temía que su madre
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