~Ren~La semana transcurrió casi sin problemas. Los amables gestos de Devin hacia mí, y sus empleados continuaron entusiasmando a todos. De hecho, me felicitaron, que no era necesario, de una forma u otra. La atención que nos prestaban mis compañeros de trabajo empezaba a parecerme habitual. Aunque, a veces sigo sintiendo que no pertenezco al mundo perfecto de Devin.Devin me llamó a su oficina el viernes por la mañana."¿Necesitabas algo?". Estaba un poco desconcertada porque el viernes fue un día flojo para él."Ven aquí, Querida". Esa cariñosa expresión que usa conmigo se está volviendo familiar a medida que pasa el día. Me indicó que me sentara en su regazo, pero no hice lo que me pidió. "Aquí", se palmeó el regazo, pero negué con la cabeza."Estamos en tu oficina, Devin". Me mordí el labio. Su oferta era tentadora. Sin embargo, necesito mantenerme firme."En mi oficina, puedo hacer lo que quiera", se puso de pie y caminó hacia mí con una mirada fulminante. "¿Por qué me recha
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