"¡Se suponía que ustedes dos la protegerían!". La voz de Garrett, aguda por la rabia, me despertó de golpe."¿Qué esperabas que hiciéramos?", gruñó Alec. "Podríamos haberla atado y encerrado, pero no lo hicimos. La protegimos con todo lo que teníamos, que es más de lo que has hecho tú"."Yo sí la habría encerrado, chico". Garrett casi gritó. La ira en su voz menguó y fluyó, y me encontré escuchando atentamente cuando su voz se quebró. “Mi propia hija, un lobo blanco. ¿Puedes entender el peligro en el que esto la pondrá? Ambos no son más que niños. Niños jugando a ser Alfas"."No sobrepases los límites de tu autoridad, Garrett". El tono de Kade era frío, más frío de lo que jamás había escuchado. Envió una leve sensación de miedo por mi espina dorsal, y me sentí preocupada por Garrett. Podía sentir la ira de Kade como si fuera la mía y saboreé ese tinte metálico en mi lengua. “Si bien puedes ser su padre, nosotros somos sus parejas. Estás en el territorio de nuestra manada y nos trata
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