“¿Y estás segura de que no te importa?”. Suspiré, mirando a Tori con ojos avergonzados.Tori se burló y puso los ojos en blanco, “Por supuesto que no. Trabajamos los mismos días de todos modos, solo tendría que llegar treinta minutos más temprano”. Tori se encogió de hombros.Cuando Tori se enteró de que planeaba caminar treinta minutos hacia y desde el trabajo, ella insistió en llevarme todos los días. No estaba acostumbrada a que la gente quisiera ayudarme, así que el gesto me hizo sentir como una m*erda.“Déjame al menos darte dinero para la gasolina todas las semanas”. Fruncí el ceño, jugueteando con el uniforme ajustado que nos vimos obligados a usar.Mientras que mi sábado lo pasé completando el proyecto que Alec y Kade se negaron a hacer, hoy era domingo y mi primer día de trabajo.La primera mitad del día fue bastante lenta, pero la gente de esta ciudad parecía dar una buena propina. Parecía que me iba bien, solo derramando cosas sobre mí misma en lugar de sobre los demás.
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