Alexandrei estaba parado justo frente a mi ante su contacto mi cuerpo sintió un cosquilleo, me separé de él caminé hasta el escritorio sentándome estaba débil me sentía con fiebre, ya no podía mantener de pie, me senté sobre el escritorio no permitiría que me viera acabada y sobre todo acabada por él, mire directamente los ojos culpables de mi vecino. —¿Se puede saber que quieres?.—intente hablar lo más claro que pude. —Hablar contigo, digo después de ignorarme creo que lo merezco.—estaba cruzado de brazos, apoyado sobre un pupitre. —No te ignoro, solo no le dedico tiempo a lo que no se lo merece.—esto era una gue
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