Mis ojos empezaron a contener las lágrimas que amenazaban con salir, mis manos temblaban al mismo ritmo en qué mi respiración comenzaba a ser más rápida, mi voz salió en un débil y dificultoso susurro que apenas era audible, su cuerpo estaba frente a mi, inerte en el suelo, gate hacía ella solo para tomarla entre mis brazos y por fin comenzar a derramar las lágrimas que tanto había contenido. Podía sentir el dolor intenso en mi pecho al saber que ya no estaría más a mí lado, tan cerca y a la vez tan lejos, la venda de sus ojos seguía en su rostro, estaba sucio por el humo y con sangre que salía de su boca semi abierta.—Hermano —me dijo en un susurro mientras se incaba a un lado de mi y colocaba su mano izquierda en mi hombro, al igual que yo el no tenía las palabras indicadas para decir en un momento como este, sólo se quedo a mi lado mientras yo abrazaba con fuerza el cuerpo inerte de la mujer que amaba Los sonidos de los truenos llamaron la atención de mi camarada, que de inmediat
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