Lawson se detuvo al lado de la cama. Estaba loco, realmente loco, el olor en esa zona era aún más potente que cerca de la puerta. Al parecer solo dos supresores no eran suficiente, es que ni el frasco completo. Se lo imaginó, si eran supresores para una hembra serían más suaves y, además, Raven era una omega, su celo por consecuencia era mucho más fuerte de lo normal, y aún más todavía dado que por culpa de él se había estimulado.-Raven- la llamó tocando la parte superior del bulto en la cama cubierto por la sábana, donde debería estar la cabeza. Su mano temblaba y el cuerpo del otro lado de la tela no estaba en mejor estado- Te traje un supresor, te va a ayudar a estar mejor-Ella no se movió, como si no reaccionara. Lawson se apartó y buscó en vaso que llenó con agua y volvió de nuevo a su lado.-No seas terca, necesitas tomarlos para que tu celo no duela tanto. Ya debe estar por terminar y podrás volver a tu vida normal- intentó razonar con ella.Las loba
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