Los siguientes días después del entierro de Matt fueron todos idénticos para mí, grises, tristes vacíos, dolorosos y llenos de culpa, me aislé por unos días, incluso me alejé de Andrew, por suerte el también necesitaba espacio y tiempo para lidiar con aquello.Hablaba con Sophi todos los días, me había dicho que no había vuelto a contestarle las llamadas a Michael ni los sms, porque no tenía ni fuerza ni ánimos para hacerlo, Dom también llamaba a diario para saber cómo estaba y la conversación casi siempre fue la misma,“hola”, “que tal”, “como estas?”, “Igual”… “vale ánimos si? Sophi nos necesita”. Dani había venido al piso dos noches seguidas para quedarse conmigo, pero del resto permanecía sola en mi habitación
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