Me transforme en lobo y empecé a caminar primero, se supone que en rey no debería ir a la primera línea de ataque, ya que era la más propensa a tener bajas, pero sentía que era mi deber estar a la cabeza de todos los hombres que estaban a punto de arriesgar la vida por mi y por el reino.Llegamos a mitad del camino que nos llevaba al palacio, todo estaba abarrotado de los hombres de Egor. Pude distinguir el palacio a lo lejos, me daban unas náuseas profundas saber que esos indeseables habían tomado mi hogar y que ahora debíamos recuperarla y salvar a mis inocentes hermanas de esos traidores.—¡Ataquen!—grite empezando la batalla inundado de la cólera.
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