—Te ves hermosa —dijo su madre emocionada—. El vestido es fantástico. —¿Enserio? —la miro con duda—. ¿No crees que debería usar un vestido más sencillo? —¡¿Sencillo?! —exclamó Dylan, quien hasta entonces, había procurado no meterse en el lindo momento familiar que es enseñarle el vestido de bodas a su madre—. El vestido es precioso, es un tono de blanco especial mandado hacer para que resalte con tu tono de piel, la pedrería es poca, no tiene mucha cola y hace tus atributos resalten perfectamente, ¡Es perfecto para ti! Lauren sonrió con el entusiasmo que resaltaba Dylan con toda la organización de la boda, gracias a dios, se había ofrecido voluntario. Ella no tenía ni las ganas, ni el conocimiento para organizar dicho event
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