Aly se quedó a mi lado sin mencionar ni una sola palabra, pero era un silencio cómodo porque ambas sabemos lo que estaba sintiendo la otra, por eso éramos tan amigas. Parecíamos hermanas a pesar de no ser de sangre, cada una tenía la personalidad opuesta de la otra, pero nos complementamos como no imaginábamos al punto que creemos que, si alguna falleciera, la otra se iría detrás porque somos almas gemelas. Aunque, al mismo tiempo tenemos a dos hombres por quienes morimos, pero terminan siendo nuestros peores enemigos, más en mi caso al ser el hijo del asesino de mi madre. — No sé cómo terminara nuestro plan, solo puedo asegurarte que te acompañare hasta el final — Afirmó mirando la luna llena —, Eres la persona más importante de mi vida. — Gracias por tu amistad incondicional, eres la mejor amiga que pudo dar
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