Capítulo tres: ¡¿Cómo es que sales con ese imbécil?! Llegué a casa justo a tiempo,antes que se haga de noche,por lo que no incumplí ninguna regla en la familia pero aún así no me libré del regaño de mis padres y del dramático de mi hermano. No entiendo por qué son tan dramáticos,sé que solo quieren protegerme y que se preocupan por mi,pero me parece muy exagerado que hagan tanto drama cuando llego un poco tarde a casa. Ellos saben perfectamente que yo me sé cuidar y defender muy bien sola,todo porque cuando eramos niños quisieron que aprendamos a defendernos por si cualquier cosa llegara a pasar y gracias a eso soy muy buena a la hora de defenderme, así que no entiendo

Capítulo cuatro: Este chico le dará a mi vida un giro de 180° Camino por el prado con Christian siguiéndome los talones – bueno.. como ya sabes este es el prado. En primavera el suelo queda cubierto por el violeta de los jacintos,mientras que en otoño las hojas caídas de los árboles forman un manto de tonos amarillos,ocres y rojos y en invierno cubre todo el lugar del blanco de nieve. Este es el lugar donde paso mas tiempo,es un lugar que transmite paz y tranquilidad. Justo lo que necesito después de un día agotador – sonrío mirando a mi al rededor- además de que es un lugar muy hermoso – asiento estando de acuerdo - ¿Cómo es que nadie conoce este lugar? - la pregunta del millón,yo también quisiera saber esa respuesta ¿Cómo es que nadie conoce este lugar? La respuesta no la se- ni idea &nd

Capítulo cinco: Pequeña Bluey.Al salir de la preparatoria con una sonrisa tonta en mis labios,estaba tan absorta en mis pensamientos que no me dí cuanta que alguien venía en mi dirección haciéndome chocar con esa persona y que caigan todos mis libros.- ¡Ay! - exclamé. Me agacho para recoger rápidamente mis libros cuando veo unas grandes manos ayudarme,sin mirarle a la cara vuelvo a hablar – yo.. lo siento..fue mi culpa,venía distraía y no me dí cuen.. - cuando dirigí mi mirada a la persona con la que había chocado mi sonrisa desapareció junto con mi habla también. Después de unos cuantos segundos sin decir nada ninguno de los dos vuelvo a hablar - ¿Qué haces aquí? - trato de ocultar mi ansiedad y forjo una sonrisa- ¿No estás contenta de verme? - preguntá haciendo puchero – pensé que estarías contenta al venirte a buscar al trabajo- Daniel.. - mi labio inferior tiembla mostrando claramente mi irritación – sabes que odio