-Creo que me he excedido con toda la ropa que compré...- murmuré mientras observaba las cuatro bolsas que cargaba en cada mano.-Claro que no, es tu cumpleaños- respondió Lola- Lo mereces. -Asentí mientras dejaba todo en el suelo y buscaba la llave de la casa en mi cartera.Habíamos ido a pasear al centro comercial, y era muy dificil hacerlo con Lola. ¿Por qué? Porque siempre terminaba convenciéndote de que te compraras algo, sobre todo ropa.Es cierto que ella vivía en el mundo de la moda, y por su trabajo debía hacerlo. Pero lo gracioso era que influenciaba a otros a hacerlo. Y tenía mucho poder de persuasión, al igual que su hermano.Ahora habíamos decidido volver a casa para tomar un café mientras esperabamos a Jeremy. Me había dicho que tenía una sorpresa para hoy a la noche, pero que llegaría tarde, así que la invité a Lola a pasar el tiempo. Al fin y al cabo nadie quiere estar solo
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