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Todos los capítulos de Heridas al corazón: Capítulo 21 - Capítulo 30
49 chapters
Buscando una salida
   “Una semana después” Mi herida ha dejado de doler un poco, el dolor solo se hace presente cuando me levanto al baño o me siento a comer. Hoy por fin me iré de este lugar. Durante todo este tiempo me la he pasado pensando una y otra vez en si debo volver con mis abuelos, a lo que he llegado a la conclusión de que no puedo ni quiero preocupar a mis abuelos, ellos no tienen la culpa de esto así que… no. Por otro lado aunque le he repetido una y mil veces a Alexander que me deje sola, pero él no lo ha hecho, eso lo sé porque lo he visto durante las noches en las que se supone que estoy dormida, salir y entrar de la habitación. Ha pasado un largo rato, veo las bolsas de ropa que Alexander esta mañana trajo para mí  para así poder  salir del hospital, así que con cuidado me
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¿Qué rayos hace Alexander aquí?
  Miro a Betty con desesperación mientras ella hace lo mismo. A Lo lejos se escucha la voz de Alexander así que mientras él habla yo me dispongo a quitar mi mano de Betty y hacerle una seña de silencio.   —Por favor Betty no le digas que estoy aquí—le suplico.   —Bonita él es tu pasado ¿Cierto? Por él estas aquí—dice para luego fruncir sus labios mientras me mira esperando una respuesta. —Sí, él es alguien de mi pasado pero por favor inventa algo para que se vaya ¿Qué le dijiste? —digo nerviosa mientras veo a la puerta.   —Él me pregunto si tenía un café el cual es especial y hacemos muy poco, le dije que si, después me pregunto por Brens O
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No te creo
     Alexander sigue parado a mi lado mientras yo mantengo mi mirada hacia abajo.Después noto como él camina hacia su asiento y lo toma para sentarse.—Bonita no saludaste  ¿Te pasa algo? —menciona mi abuelo.—Nada, solo me distraje—levanto la mirada y sonrío como si nada pasara—Hola ¿Qué tal? — me pongo un poco de pie  y extiendo mi mano y lo saludo.Él toma mi mano y la acaricia con unos de sus dedos, de inmediato me suelto y me vuevo a sentar, él mantiene su vista fija en mi hasta que mi abuelita Lucy habla.—Bueno hermosa cuéntanos ¿Por qué tardaste tanto en venir? —sonríe mientras acaricia  mi cabello.—De verdad perdónenme por haber dejado que pasara tanto tiempo, de verdad quería verlos pero…—De seguro se fue de zorra, ay abuelos por favor ¿Quién alarga tanto un viaje? ¿O quién se a
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¿Y Mango?
  Termino de desayunar por lo que enseguida me pongo de pie, me despido de mis abuelos y subo nuevamente a mi habitación. Durante estos días he tomado la decisión de ir a buscar a Santiago Relish, debo empezar a ejercer mi carrera, así que sí, voy a tomar la propuesta de Santiago. Y como es una empresa de modelos, debo ir  lo más presentable posible por lo tanto abro mi closet  y saco un outft, el cual es una blusa de tirantes negra, una falda corta gris con pequeños cuadros y un saco negro, dejo eso en la cama y me encamino al baño, quito mi pijama y me doy un  baño, realmente extrañaba mi casa e incluso mi baño.  Esta vez aunque me apetece entrar al jacuzzi no lo hago y solo me meto a la regadera, salgo después de unos minutos, así que tomo mi cambio de ropa y me visto, despu&
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¿Cómo sé que esto no es una trampa?
   Alexander me encamina junto con él  a su coche, abre la puerta y me hace una seña de que entre, pero antes de hacerlo lo observo fijamente mientras me suelto de su mano. —¿Cómo se que esto no es una trampa? ¿Cómo se que no me secuestraras de nuevo? —alzo las cejas.  Alexander sonríe y después me toma de la barbilla y me ve fijamente mientras se acerca a mí. —Jamás secuestraría a la mujer que amo—dice para luego seguir sonriendo. —No seas payaso y solo llévame por Mango—lo hago a un lado y subo al coche. Alexander cierra la puerta, rodea el coche y solo se dispone a manejar,  después de unos largos minutos miro el camino y es algo alejado de la ciudad, así que de pronto tomo su rostro
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Dame mi foto
   Nana Carmina me habla a lo lejos así que me doy la vuelta y voy con ella.—Nana Carmina ¿Y está casa de quién es? ¿De verdad es de Alexander? —digo mientras camino.—Esta casa es de él, la compro después de vender la hacienda—dice para detener sus pasos y abrir la puerta de una recamara.—¿Vendió la hacienda? —pregunto asombrada.—Sí Alexander dijo que esa hacienda le traía malos recuerdos y que lo único que valía la pena en ese lugar ya no estaba así que decidió venderla después de que tú desapareciste —dice apenada mientras des tiende la cama enorme que hay frente a mis ojos.Me quedo callada mientras dejo a Mango cerca del sofá.—¿Entonces el vendió la hacienda? —pregunto pensativa.—Sí, Niña esta es la habitación en la que dormirás, el baño está listo y hay pijamas de
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Soy una mujer libre
  Todo se queda en silencio después solo sonrío nerviosa para luego tratar de tomar el celular de la mano de Santiago sin embargo Alexander interviene y él lo toma primero, de inmediato volteo a  verlo sorprendida por lo cual él solo sonríe como si nada pasara.  —¿En qué estábamos mi amor? — termina de decir Alexander  para luego tomarme de las mejillas y besarme. Él de inmediato me acorrala con una de sus manos en mi cintura y la otra en mi cuello.  Siento sus labios besar los míos, y sus manos acariciar mi cintura. No evito cerrar mis ojos aunque poco después los abro y opto por ver si Santiago está frente a nosotros pero él no está, se ha ido. Oh por Dios esto es tan vergonzoso. Me separo de Alexander y lo veo con e
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A una fiesta con mi jefe
   Volteo atemorizada y es ahí donde mis sospechas son ciertas y veo Alexander tapándome la boca y acercándome a unos enormes árboles. Lo veo fijamente y le meto un codazo para que me suelte y aunque sé que le duele, él no me suelta. Alexander me toma de los hombros y me ve fijamente.—Prométeme que no vas a gritar—sus ojos expresan inquietud mientras mira a los lados. Le asiento con la cabeza, él me suelta despacio después me toma de las mejillas y me acerca a él. —¿Qué pensabas hacer? —pregunta mientras me ve asombrado. —Hacer que pague, que me diga en mi cara porque se ensaño conmigo y mi bebé—digo con coraje mientras siento mis ojos humedecerse. Alexander me ve con preocupación para luego abr
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Una verdad más
   Salgo de la casa y en la entrada está Santiago esperando en su coche. Su chófer me abre la puerta por lo que enseguida subo y ahí es donde saludo a Santiago quien me saluda de beso, eso me sorprende así que solo sonrío apenada. —Te ves hermosa, eso es bueno porque abran muchos medios, es tu oportunidad para que salgas en los medios y atrapes la atención de las marcas más importantes del país—dice  mientras ve hacia enfrente.  —Gracias, claro que sí… —digo mientras tengo mis manos en mis piernas. En menos de media hora llegamos al evento, donde hay muchos medios de comunicación, Santiago baja primero y después me ayuda a bajar del coche, por lo que enseguida los medios nos atajan el paso. —Buenas noches Joven
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Esta loca
Él me ve con esos ojos color miel, y aunque muerdo mis labios para que no se me escape ninguna sola sonrisa, mis labios terminan traicionándome por lo que enseguida sonrío vagamente.—Me encanta verte sonreír—dice Alexander quien mantiene sus manos acariciando mis mejillas húmedas.—¿Quién sonríe? —pregunto confundida para luego dejar de sonreír.—Solo recuerda que te amo—me suelta de las mejillas para luego darse la vuelta y marcharse.Aunque quiero mantenerme de espaldas no puedo y enseguida volteo y veo como se marcha, su silueta desaparece de mi vista y junto con eso un aire colado envuelve mi cuerpo y hace que mis ojos húmedos terminen por soltar esas lágrimas que he mantenido atoradas.No puedo evitar llorar por lo que enseguida me siento en la jardinera mientras cruzo los brazos y  me abrazo a mí misma. Pasan algunos largos minutos después y
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