—eso no es cosa tuya, Olivia. —dijo bruscamente—no te metas. —descuida, ella te perdonó.—susurró ——yo... Yo si quería a Lillian... No supe ser una buena hermana ni para ella ni para tí pero contigo puedo remendarlo.—desearía que esto fuera diferente.—dice olivia-desearía ser yo la que no estuviera y no Lillian, Ella tenía a Atlas, ella va a necesitar a su madre. Yo no tengo a nadie y jamás podría ser como ella.—Una lagrima resbala por su mejilla—a nadie le importo, Lillian tenía una vida, tenía una pequeña niña que necesita de ella.—dice con rabia——no hables así! —exclamó—nos tienes a nosotros, tienes a tus amigas que por lo que sé darían todo por tí, yo te necesito, eres mi mejor amiga y Atlas también necesita una tía, No digas eso nunca más. —le dijo mientras acariciaba su espalda—eres una chica increíble no tienes que dejar que las cosas del pasado te atormenten. Enfocate
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