MíaLos días pasan tranquilos. Killian no ha vuelto a molestarme y Marcus anda muy liado. Nos vemos para cenar y después vuelve a encerrarse en su despacho hasta tarde.Cuando me quedo dormida aún no ha venido a la habitación. Tengo que mantener bajo control la batalla que tiene la parte racional de mi cerebro con la parte irracional.Una me repite constantemente que no espere nada de él, que no caiga en sus garras si no quiero que vuelva a romperme, pero la otra, la otra es más fuerte... Me grita que no puedo alejarme, quiero verlo a todas horas, quiero que me busque, quiero muchas cosas que últimamente parecen imposibles.Soy adulta y entiendo que tiene mucho trabajo, pero eso no significa que si realmente quisiera pasar más tiempo conmigo, podría encontrarlo ¿no?¡Basta, Mía! Deja de pensar en ese hombre y termina de vestirte, últimamente hablo demasiado conmigo misma,
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