MI ESTÚPIDO HERMANASTRO.Capítulo 4.Seguimos caminando, el calor era infernal, me quité el suéter quedando en un crop top blanco. Recogí mi cabello en un moño alto, Álex se quitó su camiseta, seguimos caminando, él sacó su botella de agua y le daba sorbos dejando escurrir unas gotas de agua por su pecho, mis ojos se fijaron en cada gota que escurría por su cuerpo marcado, cada cuadrito de su abdomen, pero qué rayos me pasaba, por qué estaba mirando al tonto ese, extendió su mano ofreciéndome agua. —¿Toma? —Lo miré incrédula, le dio otro sorbo y me la entregó de nuevo—,toma no te voy a envenenar, solo no quiero que tomes de tu estúpido jugo, o peor te deshidrates y tenga que cargarte, puedes estar tranquila tampoco haría algo para aprovecharme de ti, no eres de mi gusto. Me tragué el orgullo porque tenía mucha sed, tomé tres sorbos, el agua estaba deliciosa, sentía como refrescaba mi garganta, como algo involuntario mordí mis labio inferior, él me estaba mirando o eso creía, tal vez
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