Kaplam, se sentía asfixiado y sin razón de vida. ¿qué había impulsado a Susana, a marcharse así como si nada?, ¡necesitaba su propia vida!, aquello no lo entendía, junto a él tenía su propia vida, es que ¿acaso no le agradaba estar junto a él?, obviamente la respuesta era negativa, de hacerlo, no se hubiese marchado. ¿Por qué la vida tenía que ser tan desgraciada con él?, ¿ por qué solía darle golpes tan dolorosos?, al fin había aceptado sus sentimientos por Susana, y ahora ella se marchaba, dejándolo sumido en aquel estado de ira acumulada, de frustración y rotunda negación.Quería creer que todo era una pesadilla y que cuándo volviera a casa ella estaría esperándolo, con aquella hermosa sonrisa, con aquella dulce boca, su linda cabellera y. . .-¡Maldición!
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