Despertamos juntos y de esa misma forma nos duchamos, luego bajamos a desayunar, llevábamos unos cinco minutos en la mesa cuándo El Maestro me mira fijamente y dice.
-¿Sucede algo, Susana?
-No- respondo mintiendo con descaro- ¿por qué?
-Has estado muy callada, frunces el ceño constantemente y pareces distraída. ¿Qué sucede?
-Solo pienso Maestro, nada importante, supongo que no dormí mucho anoche- le dedico una pícara sonrisa que él me devuelve.
-Sí. . . me sucede lo mismo.
Terminamos de desayunar en silencio, mientras sigo divagando en la decisión que he tomado. Cuando termina de desayunar, se pone en pie anunciando que se irá a la oficina, me ofrezco a acompañarlo a la puerta.
Cuando está por bajar los escalones, lo tomó del brazo y lo giro hacia mí, rodeó su cuello con mis manos y lo acerco a mi boca. Es al principio, un beso suave y seductor, que se va volviendo pasional y entregado, gimo en su boca y él me estrecha con más fuerza.
Kaplam. . .Mi corazón late con violencia, mientras me quedo observando aquella elegante letra, mi nombre. . . una carta. . . una despedida. ¿ podré soportarlo?, ¿podré hacerlo después del descubrimiento del día de hoy?, ¿podré aceptar una despedida después de saber que la amo?Mis manos tiemblan, no quiero leerla, pero a la vez, muero por hacerlo. Comienzo a transpirar y a hiperventilar , mientras mis manos se deslizan sobre el papel, sin pensarlo más, rasgo el sobre, desdoblo la hoja , hay muchas palabras escritas con aquella elegante letra. Suspiro afligido y comienzo a leer."Querido Maestro. . .Lo primero que quiero hacer es disculparme. Si, quiero que disculpe mi falta de coraje, creo que es una lección contra la que todavía lucho pero, no me creía capaz de despedirme personalmente.Quiero que sepa que estoy infinitamente agradecida contigo Kaplam, agradezco el que me brindarás una mano cuando nadie quiso hacerlo
Kaplam, se sentía asfixiado y sin razón de vida. ¿qué había impulsado a Susana, a marcharse así como si nada?, ¡necesitaba su propia vida!, aquello no lo entendía, junto a él tenía su propia vida, es que ¿acaso no le agradaba estar junto a él?, obviamente la respuesta era negativa, de hacerlo, no se hubiese marchado.¿Por qué la vida tenía que ser tan desgraciada con él?, ¿ por qué solía darle golpes tan dolorosos?, al fin había aceptado sus sentimientos por Susana, y ahora ella se marchaba, dejándolo sumido en aquel estado de ira acumulada, de frustración y rotunda negación.Quería creer que todo era una pesadilla y que cuándo volviera a casa ella estaría esperándolo, con aquella hermosa sonrisa, con aquella dulce boca, su linda cabellera y. . .-¡Maldición!
Siete años después. . .Susana, acariciaba el amplio pecho de su nuevo amante; Robert Miller, un importante multibillonario con el cual se veía desde hacía ya un año y de quién había obtenido incontables beneficios. Las manos de Robert le acariciaron los delicados senos.-Eres realmente un sueño. . .-Tan real como yo quiera serlo- le respondió dedicándole una de esas encantadoras sonrisas.-Así es – le sonrió el hombre- no fue fácil conquistarte- Susana sonrió con ironía, si tan solo supiera que en aquella conquista era él quién había sido la presa y ella la predadora más astuta que se hubiese conocido- pero me alegra haber sido persistente- la estrechó contra su musculoso cuerpo.-¿Qué haremos esta noche?-No lo sé- respondió de inmediato- ¿te gustaría cena en un bonito restaurant?-No- suspiró cansada- quizás deba volver a mi departamento.-No te vayas, Susy- le suplicó.q-No me llames así, Robert- le dijo ce
Kaplam. . .Abro los ojos y me desperezo un poco. Gloria está a mi lado, aún duerme, con todo su cuerpo y su rostro en reposo. Es una mujer hermosa, su carácter se ha suavizado en estos años, pero no quiere decir que mezclarme con ella haya sido una decisión inteligente. No hay manera de quitármela de encima, cada vez que le asomo la idea, o le digo claramente que deseo dar por finalizado nuestros encuentros, termino en medio de una escena dramáticas de llano, sollozos y gemidos de dolor. No quiero darle más largas al asunto, pero no sé cómo salir de este lio en el que yo mismo me metí.No soporto que se sienta mi dueña, que me trate como una esposa que pasa todo el día al pendiente de su marido. No, eso no es lo que quiero y debo buscar la manera de salir de este asunto.Me levanto con la finalidad de ducharme. Cuando siento el agua deslizarse por mi cuero, sin poder evitarlo los recuerdos de mi historia con Susana, vuelven a mí. Nunca pensé que se pod
Me quedo observando sus hermosos ojos verdes, sintiendo como de pronto el pasado me golpea.-Por supuesto que eres tú, Susana- me estrecha entre sus brazos y por algunos momentos me quedo atónita, no sé qué responderle. De pronto reacciono y lo estrecho con la misma calidez de hacia tantos años.-Es bueno verte de nuevo, Martín- le respondo cuándo nos separamos y me quedo mirándolo directamente- haz cambiado mucho.-Tú también- me responde sonriendo- estás más hermosa que nunca, los años te favorecen.-Muchas gracias- le sonrío coqueta.- jamás imaginé poder encontrarte aquí.-Este era un compromiso ineludible para mí- me explica y siento curiosidad.-No sé si eso sea bueno o malo- le digo algo confundida.-Al final ha sido muy bueno, te he encontrado después de tantos años, pensé que jamás volvería a verte- sus ojos mostraron una profunda tristeza que hizo que se me encogiera el corazón.-Era necesario marcharme, Martín- le
Los días habían pasado lentamente, Susana se sentía un poco abatida después de su encuentro con Martín. Le había llamado en un par de ocasiones y tanto él como Elene, insistían en que los visitara, así que esa misma tarde pasaría a verles .Su teléfono sonó reclamando su atención; era Robert, bufó y aceptó la llamada.-¿Susana, cariño?- la profunda voz de él, llegó hasta ella inundando sus sentidos.-Hola, Robert.-¿Qué sucede?, ¿me estás evitando? –le preguntó nervioso.-¿Por qué lo dices?- parecía despreocupada.-¿Por qué lo digo, Susana? ¡En serio! Me has estado evitando- aseguró- llevas tres días sin responder mis llamadas, ni mis mensajes y si voy a tu departamento nunca atiendes cuando llamo a la puerta.-La verdad es que estoy cansada de tu actitud- le dijo con voz susurrante- me molestan tus celos, me agobias y me resultas asfixiante, Robert.-Susana. . . ya me he disculpado- dijo con tono triste.-El caso es que no hubie
Siento que mi corazón se detiene, es él. . . después de tanto tiempo alejados, es él, está nuevamente frente a mí, no puedo creerlo. Mis ojos se llenan de lágrimas, sin poder evitarlo. Siento como tira de mi con fuerza y me estrecha dulcemente entre sus brazos. Cierro mis ojos por un momento mientras siento como su corazón golpea contra su pecho, es un sonido realmente maravilloso, en sus brazos me siento protegida, resguardada y aunque suene tonto. . . me siento amada.Este reencuentro ha sido mil veces mejor de lo que yo hubiese soñado. Lo estrecho con fuerza, sintiéndolo parte de mí. Queriendo conservar este minuto para siempre.-Susana. . . querida Susana- su voz es tan increíblemente sensual, inunda mis sentidos y me hace sentir realmente bien.-Maestro. . . pensé que nunca más nos veríamos.-Yo por el contrario rogaba cada día por tener la dicha de mirarte nuevamente- sus palabras están tan cargadas de emoción, que hacen que súbitamente me estremezca. L
Mis ojos se abren enormes, mi respiración se agita y siento que he escuchado mal, comienzo a hiperventilar.-Yo. . . Tú. . .-Yo te amo, Susana- repite dejándome sin aliento. Aún en sus brazos me giro dándole la espalda y llevo mis manos a mi rostro sin poder creerlo. No puede ser cierto, tiene que ser una broma. Un sollozo amenaza con subir a mi garganta y lo contengo con dificultad. No puedo creer que me ame. . .no puede ser.Siento como me abraza de la cintura y mi cuerpo se recarga contra el de él de inmediato. Posa su cabeza entre mi hombro y mi cuello y lo siento aspirar mi aroma. Todo mi cuerpo tiembla.-Me he negado a aceptarlo, lo he descubierto muy tarde, Cariño. Volví a casa para decirte que había descubierto que mis sentimientos por ti habían cambiado y que estaba dispuesto a ganarme los tuyos, pero. . . ya no estabas. Solo estaba esa carta que me destrozó el corazón, tuve la necesidad de buscarte, pero quise respetar tus decisiones, además no sab