Las campanas de la pequeña, pero muy bien decorada capilla sonó; dando entrada a la hermosa novia sujeta del brazo de su padre. El vestido color marfil, de corte princesa. Suavemente cayendo por los hombros hacia abajo, rozando las curvas en lugar de aferrarse a ellas, para crear una silueta elegante. Con un largo cubriendo sus pies a la hora de dar el paso. Peinada en un semi recogido trenzado, por la cual pequeña flor adorna su cabello. Su suave maquillaje más su hermosa sonrisa, la hace ver como un ángel caído del cielo para Daniel; que impaciente espera por la llegada de su futura esposa. No puede estar más feliz, y decirse a sí mismo, que, sin duda alguna, se llevó el mejor premio en aquella subasta. Con orgullo podría decir que la inocente chica sería su esposa, y quién iba a pensar que, en ese lugar, se iba a dar un amor fuerte como el de ellos. De pie junto al padre; Daniel, enfundado en un traje gris, acentuado a su buen trabajo cuerpo y con la sonris
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