Nos encontrábamos adentrándonos en aquella mansión que a simple vista era hermosa, no puedo negar que este hijo de perra tiene un gusto exquisito, pero al estar más cerca del hogar, mi corazón dio un gran vuelco, pues en la entrada tenía lo que parecen ser niños, sujetos a cadenas al parecer esperando no sé qué, aquel bastardo no era más que un desgraciado, como podía tener a pequeños niños en esas circunstancias, ellos eran solo niños, es tan notable, que este no es padre ni madre, pues no sabe lo bello que es tener un hijo en tu vientre, y tampoco sabe lo doloroso que dar a luz a un pequeño, además criarlos, pues lo que él hace no es criarlos, lo que él hace, es utilizarlos.
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