La casa era muy grande, demasiado para dos personas o para veinte, no era nada comparado a lo que vio antes. Liam esperó a que su madre hablara todo lo que quisiera, tenía todos a su favor y más aún tenía a la mujer con la que pasaría el resto de su vida.— Sé que han pasado años desde que estuviste aquí…— Casi un milenio —Nicole tosió y casi escupe todo el café que le fue brindado —. Ya sabes las razones, me imagino que tu hijo favorito te dijo que fue él quien mató a su primera esposa.— Lo hizo —asintió, suspirando —. Ya era muy tarde para decirte que regresaras.— No hay nada de qué lamentarse, ya el daño está hecho es el momento justo para que todos tomemos caminos diferentes —sus dos hermanos llegaron y se sentaron en los asientos disponibles —. No tomaré el mandato, me gusta mi vida tal y como está ahora —entrelazó sus dedos con los de Nicole —. Ella me hace feliz, me llena de alegría tenerla conmigo, porque me ha mostrado muchas cosas que
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