Ojalá fuera así. Sería más sencillo partir desde esta historia que me inventé para su insano entretenimiento. Ofrecerles otra pieza del romance alterado e intenso que nos han vendido desde siempre, nos permitiría entendernos mejor. Sin embargo, las cosas no fueron tal como lo acaban de leer, aunque admito que algunos guiones y momentos se parecen bastante a la realidad. Zara nunca existió. Tampoco Julián. Y si por ahí hubo alguno u otro parecido o parecida, acá le dimos más importancia de la debida. Ella y yo fuimos los únicos protagonistas en esta rara novela que ahora les cuento… Todo se remonta a nuestro primer aniversario. Ese día, a pesar de las sonrisas e ilusiones, recuerdo bien que nuestros corazones latían recio, como siempre, pero algo nuevo se colaba entre el ir y venir del alma. Un suspiro callado, una incoherencia bien acepta
Leer más