Me siento en el pequeño escritorio que tengo en mi habitación y con tantas cosas que tengo para decirle mi mente queda en blanco. - Hey, deja que fluya. - Me dice Susan detrás de mí mientras pone sus manos en mis hombros. - Si quieres hablamos un poco y después la escribes. - Tengo que hacerlo, tengo que escribirla. - Le digo como si fuera lo último que me toca hacer. En estos momentos siento que es la última oportunidad que tengo y esta sensación que tengo de no volverlo a ver más me da miedo, un miedo que me hace sentir una ola de frío en mi pecho que me hace desesperar cada vez más.
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