Vimos los primeros apartamentos y no eran tan buenos como parecían en línea, incluido mi favorito, que realmente me desanimó. Mamá trató de animarme, llevándome a un Starbucks y comprándome un pastelito. Funcionó... un poco, de todos modos.“Entonces, tu cumpleaños se acerca”, mamá mencionó, de la nada. La miré, confundida en cuanto a adónde iba con eso.“Sí, lo sé…”. Ella sonrió.“Tu papá y yo queremos hacer algo especial, para ti”.“¿Cómo qué?”.“¿Quizás una fiesta?”. Gemí y me encogí de hombros. “¿Qué? ¿No quieres una?”.“No, en realidad no, además... realmente no te lo he mencionado, pero la pandilla y yo no estamos hablando mucho, ahora”. Ella jadeó, sorprendida, lo que no era una sorpresa. Estábamos todos tan unidos que, el hecho de que ya no fuéramos amigos, era algo muy importante.“¡No! ¿Por qué?”.“Bueno... soy amiga de Lea, pero ella está en Nueva York”. Mamá asintió. “Kayla y yo tuvimos una gran pelea, porque pensó que estaba descuidando nuestra amistad, ya que he e
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