—Toma, Logan. —Scott me pasa un café con leche, aunque no es mi favorito, no sabe mal. No sé cómo es que este niño especial lo logra, es decir, no es un galán y es todo un payaso. Tomo otro sorbo para calmar mis nervios, nunca en mi vida había estado en una cárcel, pero otra vez debo agradecer a mi padre por arruinar mi vida. —Ya tuve suficiente, bebe o la policía me va a sacar los ojos. —Le paso el café a Scott y él se carcajea. ¿Cómo puede reír en un momento así? ¡Estamos preso con un carajo! —Es mi café y puedo dártelo si quiero. —¡Eres un descarado! Puteas con la policía y ella te regala café, ¿cómo crees que se siente al verme tragarme su regalo? —Nadie la obligó. —Scott rueda los ojos—. No me dijo que no
Leer más