Narra IanCaminé en dirección recta, sentía la arena en mis pies, sentía en cada paso cómo la arena me quemaba la planta del pie. Comencé a acercarme a la orilla y poco a poco comenzó a llegar el agua a mis pies, no me detuve y seguí caminando, en cada paso el agua me llegaba más y más arriba. Sentía las olas topar en mis rodillas, mi mente estaba en blanco, sólo miraba hacia lo que parecía ser el final del mar, pero no, eso no era el final, no existía un final. Mi camisa ya estaba mojada, el agua me comenzó a llegar al pecho, no podía detenerme, en realidad no quería, entre más caminaba sentía cómo el agua seguía subiendo, no tardó en llegarme al cuello y luego tapó mi boca. En un mom
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