Él enmudeció y tras un silencio corto, pero que pareció eterno, dije: -No lo eres, si lo fueras me habrías dicho que tú también estás enamorado de ella y si no lo haces es porque ella a pesar de su amor, no es la persona que te hace sentir maripositas en el estómago.-Sara, soy feliz; por favor, no me llames para decirme que, después de todo este tiempo, sientes algo por mí, porque entonces ¡Eres una egoísta! Ahora que ves que tengo a alguien que me da lo que tú no me das, ¡quieres quitármelo! ¡Y no te voy a dejar! ¡Quiero ser feliz!-Ryan, ¡yo quiero hacerte feliz! Y tienes razón, quizá soy egoísta porque estoy pidiéndote que dejes a esa persona, pero si tú me dices que ella te hace feliz ¡Yo me alejó!-Es que yo no te estoy pidiendo que te alejes, te estoy diciendo que me dejes ser feliz con el
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