Tomo la mano de Daniel, estamos sentados en la arena, admirando el atardecer, escuchándo el ritmo de las olas del mar y sintiéndonos completos los dos. Agradezco que me haya traído a este lugar, pero es muy poco el tiempo que tenemos para disfrutarlo, nos iremos en la madrugada porque Daniel tiene otra sorpresa para mí, además de que mañana tenemos mi fiesta de presentación, donde estoy segura que seré la burla de los lobos machos de la manada, los que no aceptan que yo sea su alfa, tengo miedo de que todos se unan contra mí y más al saber que uno de los Clark es mi mate, ellos querrán que Daniel maneje la manada, lo que le alivia es que él no aceptaría, el tiene sus propias metas en la suya, me lo ha dejado claro demasiadas veces. El vestido que elegí para mí es precioso, la verdad es que no lo elegí para verme bonita para mí, si no para Daniel, me ha demostrados que me quiere tal y como soy, pero quiero impresionarlo, quiero gustarle más, quiero que se vuelva loco por mí.—
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