Hannah pareció horrorizada por la forma casual en que le respondió.—¡Señora, tenemos que hacer algo!—No te preocupes Hannah, estoy bien—, respondió Sasha.—Señora, está sangrando, ¿cómo puede estar bien? Necesitamos llevarla a un hospital. En tu condición, se supone que no debes sangrar, esto es malo—, la niña estaba prácticamente chillando. Sasha la miró.—Cálmate Hannah, estoy bien. Podría ser simplemente estrés, todo lo que necesito es un baño y estaré bien.—No señora, espere aquí, siéntese o algo así, trataré de encontrar un taxi. No puede conducir en esta condición, no debe pasarle nada o el señor me matará—, se secó algunas lágrimas de las mejillas antes de salir corriendo por la puerta principal por la que acababan de entrar.Sasha quería llamarla, pero la chica ya se había ido, algo que dijo hizo que se le llenaran los ojos de lágrimas de nuevo, “no debe pasarte nada o el señor me matará”, ¿verdad? Ella lo dudaba, él ya la dejó, dudaba si todavía se preo
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